martes, 24 de julio de 2012

Retrógrados.

Voy a comenzar con la definición del término, así no hay dudas acerca de lo que quiero expresar en este post: se dice del "Partidario de instituciones políticas o sociales propias de tiempos pasados". esta es la filosofía que parece prevalecer en nuestro actual Gobierno, de manera especial en el Ministro de Justicia, Ruiz Gallardón. Cuando se pone ante un micrófono, a más cara de buena persona peor medida va a comunicar; y no digo nada cuando intenta justificarla... No solo quiere echar el ancla al avance social y político de España, quiere descontar años y volver a situaciones que vivíamos en la primera parte de la década de los 70.

Ahora se ha pasado unos cuantos pueblos al anunciar otra medida restrictiva en los supuestos en que se considera legal el aborto: la malformación fetal. Con la desfachatez habitual de estos que atesoran poder como nunca antes desde 2011, dice que la medida es para proteger la vida, aunque sea desgraciadamente, de ese embrión que se engendra en condiciones bastantes negativas para su vida y su desarrollo. No les importa, desde las posiciones más extremas del partido, de sus asociaciones (supuestamente provida) y la Iglesia Católica Apostólica y Romana de España le dictan cada uno de los pasos a seguir. Tras ese cambio en la Ley del Aborto se nos compara a los dos únicos paises que contemplan aún esa restricción, Malta e Irlanda, de marcadas directrices católicas.

Aún recuerdo cómo en esos años 70 y principio de los 80 adonde nos quiere reconducir Gallardón, cuando era imposible abortar legalmente en nuestro país, la creciente demanda de supuestos fines de semana en Londres y Amsterdam, donde las clínicas contaban con servicios de atención telefónica en español, al ser nuestras conciudadanas unas de las principales fuentes de negocio. No crean que se acercaban a las agencias de viajes a solicitar el vuelo y la estancia para 2 o 3 noches mujeres sin recursos y sin educación; por nuestras manos, las de los agentes de viajes, pasaban apellidos reconocidos y hasta cierto punto "distinguidos" socialmente; públicamente se daba una imagen y en privado eran como todos cuando acuciaba el problema, simplemente humanas. Cuando no se era pudiente había que recurrir al préstamo, tanto de amistades como de la banca. También me llega a la memoria un caso en el que se ponía de relevancia la gran tensión que debían soportar cualquier chica a la que el deseo y un descuido le llevaba a hacer las maletas: ella acababa de cumplir 18 y su novio no pasaba mucho de esa edad tampoco; ambos confesaban que habían dicho que se marchaban a pasar un fin de semana a casa de una amiga a la isla de Lanzarote, pero a cambio compraron unos billetes para viajar desde el viernes hasta el domingo con el recorrido Tenerife-Madrid-Amsterdam-Madrid-Tenerife. Nunca antes habían salido de las Islas Canarias; solos en Holanda afrontaron, sobre todo ella, uno de los episodios que con total seguridad marcaría su vida posterior. Y es que no era para menos, en esos años los viajes no eran baratos, no habían llegado las lowcost ni la competencia feroz entre compañías aéreas acortando el espacio entre asientos, no dar ni agua y cobrar por todo, como ocurre ahora. Si a ese gasto importante le sumamos el otro, el del motivo del viaje, unas 35.000 pesetas de la época, pues podemos concretar un poco más el tipo medio de "viajera" por necesidad.

Por un lado, el gobierno se queja de que hay una conspiración que impide a España estar entre los países del norte de Europa, o sea la primera división, ya que se supone que somos modernos, avanzados y con capacidad para "codearnos" con Alemania, Dinamarca, Noruega, etc. Por otra parte, socialmente nos quieren llevar a tiempos pretéritos, cuando los derechos no existían, cuando la mujer debía pedir permiso hasta para abrir una cuenta corriente y cuando los militares si abrían la boca se les confinaba en el castillo. No quieren un país desarrollado, quieren a unos ciudadanos sometidos y lo más amordazados posibles para poder seguir con una política económico-financiera donde solo se beneficien los que sean afines y unas leyes sociales donde poco espacio nos quede para expresarnos.

Este pueblo tiene memoria, al menos eso espero, y pase la correspondiente factura a quienes han querido usurpar por la fuerza, como si se tratara de un golpe de estado social, cualquier cosa que desde el año 1975 haya significado un logro en el bienestar y las libertades ciudadanas, o sea, simplemente una democracia. Y es que a ellos, a éstos, les incomoda muchísimo las democracias y las quieren, porque no les queda más remedio, algo lejos de casa. Como ocurría antes, tras los Pirineos, porque esta tierra era la del "non plus ultra" y el águila negra con fuertes garras. Es hora de que ciertas instituciones (Casa Real, Tribunal Constitucional, Consejo general del Poder Judicial, etc) den un golpe en la mesa y un toque de atención a esta "escabechina" (destrozo, estrago) sin piedad a la que nos están y quieren seguir sometiendo. Pero claro, quizás a estas instituciones tan relevantes no les interese hurgar demasiado con el dedo, no vayan a ver sus presupuestos mermados como señal de castigo a la insurgencia. Al final todo es cuestión de dinero y el pueblo que se joda. Pues entonces solo queda que...

...nos revelemos nosotros.




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