jueves, 20 de diciembre de 2012

La mejor imagen...

Atónito, estupefacto, pasmado son las expresiones que se me antojan cuando leo (u oigo) las declaraciones del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, a la radio pública, "erre ene e" como diría el ínclito Urdaci; uno tiene que frotarse bien los ojos y releer el texto para comprobar que no es una jugarreta de mi maduro cerebro, sino que es así, con todas sus letras, como se ha expresado Moliner: "Se han pasado de rosca", "Creo que es excesivo, no es la mejor imagen", "¿Se imaginan al presidente del tribunal Supremo viajando en turista?" o "Es tremendo...". Estas son algunas de las perlas que tan alegremente nos ha regalado el personaje entrevistado cuando se quejaba de que ha de viajar en clase turista ¡Como los ciudadanos!
 
La verdad es que no hay forma de analizarlo con cierta frialdad y distancia, más que nada porque estamos en diciembre de 2012, con un recorrido ya de varios años de lamentar las desgracias de la crisis económica y tras más de doce meses de rodillo y recortes de todo tipo de derechos y libertades. Entonces, ahora, cuando uno espera ver algo de cordura y de decencia en las declaraciones de quienes nos gobiernan o, como es este caso, el "jefe" de la judicatura española, cuando imaginamos que al menos tendrán la delicadeza de no ser ofensivos con quienes lo pasan, lo pasamos, tan mal, va éste y suelta lo de los viajecitos en bussines class, o sea en primera como siempre la hemos llamado. Desde arriba, en esos sillones enormes donde se sientan sus culos (tan limpios o tan sucios como los de los demás mortales) no se entiende que mezclarse con el pueblo, en asientos estrechos de un avión, junto a recién casados, estudiantes, jubilados, inmigrantes y demás plebe, les daría rango de humanos, casi los podríamos tratar como un ciudadano más de nosotros. Pues no, no quieren, quieren seguir separados por la cortina, en filas donde solo van 2 en vez de 3 pasajeros, donde te siguen sonriendo en vez de poner "caras" cuando solicitas algo, donde puedes llegar tarde y hacer esperar a los demás 160 pasajeros del vuelo a que "su señoría" abandone la sala vip del aeropuerto.
 
Creemos que lo de las castas solo se da en la sociedad tradicional hindú, que lo de las clases se terminó hace un par de siglos; qué equivocados que estamos. Las cúpulas de las grandes empresas se suben aún más sus millonarios sueldos, los directivos de los bancos, aunque quiebren, sacan tajadas económicas impensables en la actual situación, los gobiernos -nacional y regionales- aumentan la lista de "enchufados" asesores... Mientras, abajo, donde vivimos los demás, solo se ven pérdidas de libertad, de derechos sociales, de pagas extras, limitaciones de expresión popular en la calle, desahucios, suicidios (aunque el obispo de Segovia diga que no tienen que ver con la crisis)... A veces, desde los escaños parlamentarios se burlan abiertamente de la capacidad intelectual del ciudadano vendiendo mejoras cuando aplican rodillo, vendiendo planes de futuro cuando nos dejan indefensos, protegiendo a quienes nos han conducido a esta situación mientras nos distraen la atención con "humo". Nunca antes, al menos en nuestra joven democracia, se había tenido peor consideración de los gobernantes, de la iglesia, de todos los que han de velar por los intereses públicos. Son incontables ya las risas del ministro Montoro con sus amiguitos banqueros y grandes empresarios, los silencios del presidente Rajoy ante la mayoría de preguntas de la prensa (que no entiendo cómo siguen acudiendo a esas farsas, ya que basta con copiar una nota de prensa que les remitan desde el gabinete de turno), las mentiras de la ministra Báñez sobre los planes de empleo o los jóvenes, etc.
 
No es justificable la actitud del representante del "tercer poder" del Estado; sólo esas declaraciones son más que suficientes para pedirle su inmediata renuncia al cargo. Los casi 200.000 euros que se embolsa por un lado le dan más que de sobra para pagar de su bolsillo la diferencia de tarifa en los vuelos y son suficiente salario como para que que tuviese prohibido insultar a quienes no pueden hacer frente al recibo de la luz, de la hipoteca, del transporte escolar o de tantos y tantos recibos que llegan a los miles de hogares españoles, cada día más en precario. Qué clase de justicia se podría esperar de un juez que hable así, aterra pensar lo que dirá en privado de los pobres ciudadanos que ven negro más que gris el futuro suyo (nuestro), de los hijos, de la sociedad en general. Esta no es la España que nos merecemos, creo que no nos hemos portado tan mal desde 1975 como para que nos caiga esta plaga de personajes. Sobran méritos para definirlos como vividores insensibles, ajenos totalmente a las necesidades ciudadanas.
 
 
¡Métase la bussines por donde pueda, yo ya ni puedo volar en avión!
 
 
 

2 comentarios:

  1. Estas cosas me hace lamentar que lo de la profecía del fin del mundo no sea cierta. Hace falta un fin a todo esto.

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    1. Así es, pero a falta de realidad en las profesías está la fuerza de la unión, la convicción de los pueblos de que sí se puede si queremos, aunque cueste esfuerzo. Nosotros los hemos colocado y nosotros podemos quitarles la poltrona. Como dijo Obama: "Yes, we can"

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