jueves, 30 de agosto de 2012

Un país de pandereta.

Hay cosas que difícilmente se pueden cambiar, o al menos hay que dedicarles un gran esfuerzo y tiempo. España nunca se ha distinguido por ello, por lo del esfuerzo, más bien tenemos esa imagen exterior de pueblo fiestero y de siesta, toros y olé. Es un estereotipo y como tal no demasiado exacto, pero no podemos ocultar que somo un país de pandereta. Empezando por nuestra clase dirigente, ese enorme grupo de políticos, vividores de la cosa pública, que desde cualquier institución, municipal, autonómica o nacional, manejan las cuentas con una opacidad y generosidad "personal" como mínimo poco fiable. Cuando peor lo estamos pasando, cuando la economía no deja de darnos malas noticias y los ojos de toda Europa se fijan cada vez más en nosotros, los de la que realmente dirige este continente, va el gobierno dejando un rastro de mala gestión, de uso partidista del poder, sin importarle demasiado ese bien común que tanto dicen defender.
 
Lo último, más bien debemos decir lo penúltimo porque esto no lo para nadie, ha sido la publicación en el prestigioso e influyente periódico Financial Times de un reportaje acerca del comportamiento de nuestro (¿Nuestro?) Presidente, el balbuceante y dubitativo Mariano Rajoy. Entre otras "guindas" le tacha de gobernar como un dirigente de partido, mirando los perjuicios electorales de sus actos más que el bien de la economía del país. Cree el Financial que hasta que no vea que España cae irremediablemente no pedirá el rescate y que esto traerá graves consecuencias porque a más tarde se pida más duras serán las condiciones y más complicado salir de la situación. El ejemplo se ha visto en el resto de países intervenidos: Grecia, Irlanda o Portugal. Su actitud desafiante inicial y la indecisión con la que afrontaba la cuestión de los bancos ha hecho que los inversores vean con mucha desconfianza el futuro español.
 
Está claro que no tenemos un Presidente a la altura de las circunstancias y es posible que en su partido no haya nadie con la suficiente entereza política como para asumir ese cargo ahora mismo. Solamente dando una imagen interior y exterior de confianza se podría afrontar la crisis con cierta posibilidad de lograr la meta: salir del agujero donde hemos caído. Sigo pensando, cada día con más convicción, de que España solo tenía un camino, el de la convergencia, el de la unidad de sus partidos políticos con más peso (PP y PSOE) y de algunos otros con representación nacional en un frente común de salvación nacional. La publicidad nos ofrece la fórmula, habría que abrir un paréntesis, un kit-kat, sin traspiés, sin intereses partidistas, sin complacencia hacia la corrupción, buscando juntos la manera de eliminar los vicios y malas gestiones y aumentar el trabajo y la racionalidad; todo ello con y para el pueblo, sin ningunear ni pisotear los derechos y libertades de sus ciudadanos. Pero, claro, nuestro país de amiguismo, de intereses empresariales, de pandereta, no deja opciones. Aquí prevalece el "si caemos caemos todos".
 
Tras ese período abierto de esfuerzo común y tras haber alcanzado la meta de estabilizar la desastrosa economía nacional, vendría la normalización de la política, nuevas elecciones, otro gobierno, fortalecido por el esfuerzo desempeñado, daría igual que fuera de derechas o de izquierdas para empezar ya que lo importante sería poder volver a empezar. Pero eso es un sueño, una de tantas utopías inalcanzables en España; aquí nunca ha prevalecido el interés general sobre el interés partidario, entre otras cosas porque la política siempre, siempre, ha sido utilizada como catapulta personal y no para desempeñar un trabajo en pro de la sociedad. Da envidia ver como prosperan otros países analizando su problema y poniendo soluciones coherentes sobre la mesa. Si hay que sentar a decenas o cientos de políticos, banqueros y empresarios en los banquillos de la Justicia se hace; pero, en nuestro caso, esos políticos, banqueros y empresarios son amigos, compañeros de partidos o de viajes o de cacerías y, claro, eso en un país de pandereta no podemos llevarlo a cabo.
 
En Brasil, un país que teníamos, en general, por menos democrático y algo más corrupto, avanza el macrojuicio contra la corrupción denunciada en 2005. Auténticos "pesos pesados" de la política y las finanzas están acusados de importantes delitos relacionados con usos fraudulentos y delictivos de fondos públicos en beneficio personal y de partidos políticos. Parece que su Tribunal Supremo se ha puesto a la labor de aclarar la maraña urdida durante estos años y condenar a quienes resulten culpables por ello, sean quienes sea, presidente del más importante partido, el que sustenta a la actual presidenta del país, presidente del banco nacional o grandes empresarios... En total, por ahora, hay 38 acusados. Aquí hasta miembros de la Casa Real están salpicados en casos con graves imputaciones y a toda prisa se intenta desviar la atención, echar tierra encima, en vez de hacer algo tan castizo como "coger al toro por los cuernos".
 
 
 
 
Podríamos a la vista de todo esto enviar un mensaje, un ruego, al Presidente español:
 
Señor Mariano Rajoy, échele huevos, sea valiente, demuestre que puede ser honesto y gánese por fin el respeto de su pueblo. Creo que ese pueblo se merece algo mejor que lo que se está haciendo con él, con nosotros.
 
 
P.D.
Muchos de nosotros, cientos de miles seguro, nos acordaremos de esta época y ni olvidaremos ni perdonaremos lo que haya ocurrido.
 
 

lunes, 20 de agosto de 2012

Imperdibles del domingo



Los ciudadanos que protestan contra Cospedal son equiparados a los violentos de la “kale borroca”.
Protestar, manifestarse, pitar, abuchear o recibir a la presidenta María Dolores Cospedal con una sonora cacerolada está prohibido en Castilla-La Mancha, como lo prueba los expedientes sancionadores abiertos contra una veintena de ciudadanos conquenses que en las últimas semanas se han opuesto a los salvajes recortes neoliberales que la también secretaria general del PP viene aplicando de forma indiscriminada en la región manchega.
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http://www.elplural.com/2012/08/18/los-ciudadanos-que-protestan-contra-cospedal-son-equiparados-a-los-violentos-de-la-%e2%80%9ckale-borroca%e2%80%9d/

El negocio de los bebés robados empezó en las cárceles franquistas y continuó durante la democracia.
A sus padres les dijeron tras unas horas o incluso unos días después del nacimiento, que el niño, la niña, había muerto. Pero no les permitieron ver el cuerpo. O les mostraron el cadáver de un bebe que no parecía neonato. Después, dificultades para obtener los restos y enterrarlos, o la negativa a entregarlos.
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http://www.elplural.com/2012/08/19/el-negocio-de-los-bebes-robados-empezo-en-las-carceles-franquistas-y-continuo-durante-la-democracia/





Cospedal defiende a los políticos.
La secretaria general del PP cree injusto que se demonice a la clase política, "que sabe que tiene que dar ejemplo". Así, aunque reconoce que "hoy hay muchas personas que están en paro", ha insistido en que las personas que se dedican a la política "no lo hacen por un gran salario".
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Condenan a la Sanidad valenciana por confundirse de paciente.
Le dañaron los nervios del hombro al tratar de insertarle un tubo en una vena, operación que era para su compañera de habitación. Dos días después quisieron ponerle un enema que tampoco era para ella.
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http://www.publico.es/espana/441156/condenan-a-la-sanidad-valenciana-por-confundirse-de-paciente




El amigo murciano de Ratzinger.
De misionero en el Caribe a promotor de una universidad para 10.000 alumnos que dona millones al Vaticano. José Luis Mendoza es uno de los laicos con más poder en la Iglesia.
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http://politica.elpais.com/politica/2012/08/17/actualidad/1345238140_825169.html





 




domingo, 12 de agosto de 2012

No está bien, pero...

Quizás no sea el mejor ejemplo que se pueda dar a la ciudadanía el que ha sido protagonizado por militantes y dirigentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), encabezados por Juan Manuel Sánchez Gordillo, Quizás el "asalto" pacífico a dos supermercados para llevarse unos cuantos carros de la compra llenos de alimentos básicos para ser repartidos entre gente necesitada de los mismos a través de las ONG que los asiste no sea la medida que se deba adoptar, porque, entre otras consideraciones, se les puede ir de la mano en cuanto vean la oportunidad otros grupos que nada tengan que ver con cuestiones de solidaridad popular. Pero luego de esa visión poco ejemplarizante del acontecimiento hemos de recapacitar en los motivos; no deja de ser una forma de provocar la atención de la gente en general y de los políticos en particular sobre las importantes necesidades que una cada vez mayor parte de la población está sufriendo. Sánchez Gordillo es un conocido político andaluz, militante de izquierdas, diputado autonómico por IU en Andalucía y Alcalde de Marinaleda (Sevilla), pequeño municipio de algo más de 2.600 habitantes y 25 km cuadrados de extensión; insignificante tal vez, pero que ha luchado y lucha por conseguir los retos que cualquiera quisiera para su pueblo o su ciudad. Y más allá de esta lucha se debe decir este logro, porque Marinaleda es un buen ejemplo (este sí) de autogestión, de gobierno asambleario para manejar las finanzas municipales. Un sistema "revolucionario" de autoconstrucción de viviendas, donde el suelo lo pone el ayuntamiento, así como el proyecto arquitectónico y los materiales, donde, además, el tiempo que ha trabajado en la obra el futuro propietario se le descuenta a modo de salario del precio final de la casa. De esta manera se han levantado más de 350 viviendas.

En el año 78 se ocupó una finca durante dos días, algo que no ocurría desde los años de la República, en 1979 obtienen, en las primeras elecciones democráticas municipales, la mayoría absoluta la coalición Colectivo de Unidad de los Trabajadores. Al año siguiente Marinaleda protagoniza una huelga de hambre masiva, con la participación de 700 personas, en reivindicación por mejorar las prestaciones y regulación del empleo comunitario. A partir de ahí comenzó la lucha firme por la tierra con ocupaciones y expropiaciones de fincas y terrenos. Gracias a esos años el pueblo tiene en la actualidad pleno empleo y recursos propios obtenidos a través de una cooperativa que cultiva, transforma y comercializa los productos obtenidos  por el sistema de agricultura ecológica, contando en la actualidad incluso con almazara propia para la elaboración de aceite de oliva.

El Alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, cobra como un jornalero más del pueblo, 1.200 € mensuales y la retribución que obtiene de su escaño parlamentario se entrega a ONG'S para su distribución social. Este pueblo lo ha logrado, dejando de lado las aspiraciones políticas personales que tanto caracterizan actualmente a nuestro sistema; y si ellos lo han logrado es que se puede conseguir, que la utopía es realizable. No es que sea fácil, pero sí que es posible. La lucha no es fácil; cuando comienza, hace algo más de 30 años, con la llegada de la  democracia y las primeras elecciones a España, su pueblo no tenía consultorio médico, ni guardería, ni casi calles asfaltadas, ni que decir que ninguna instalación deportiva ponía esa práctica al alcance de sus moradores, etc. Por ello, se consideró que la libertad que se había obtenido desde 1976 no era suficiente, ya que faltaba que sus habitantes tuviesen acceso total al bienestar y los servicios sociales.

En la actualidad, Marinaleda sigue siendo una excepción, un edificante ejemplo para dirigentes y partidos políticos; esos que tanto se jactan de trabajar para sus conciudadanos mientras cobran desmesuradas cantidades del presupuesto municipal en salarios, dietas y privilegios materiales. En algunos casos tan escandalosos como que pequeñas poblaciones, con recursos limitados, pagan alcaldes por encima de 70.000 € de remuneración mientras faltan servicios sociales tan básicos como la educación o la sanidad. Obligados por la presión social, en algunos pueblos y ciudades se han visto en los últimos meses algunos gestos, más simbólicos que justos, donde ediles han presincido de "regalos" tales como las dietas por asistir a los plenos. Aunque parezca mentira, los sueldos que reciben no son suficientes y, como ocurre con el Congreso o el Senado, han de recibir un extra por aisistir a las sesiones de trabajo, a los plenos. Es como si cualquier trabajador de España cobrara su sueldo por ser empleado pero para asisitir a su puesto de trabajo debieran recibir una dieta complementaria. Simplemente demencial. Al menos vale la pena conocer y difundir este caso, el de este pequeño pueblo de Andalucía, a 108 km de distancia de la capital, Sevilla, donde sus gentes y sus gobernantes se conforman con tener trabajo y disfrutar solidariamente de los servicios y del bienestar que con su esfuerzo personal obtienen. Puede ser que su acción de hace unos días no sea plausible, pero no cabe duda de que es comprensible y, hasta cierto punto, justificable por una gran mayoría de la población. Su acción pacífica debe servir de sensibilización para los ciudadanos y de aviso para los gobernantes.




Súper ricos, súper desiguales.

El 29 de octubre de 1929 Wall Street tembló y sucumbió en lo que se llamó el martes negro; anteriormente, ya desde principios de ese año se vivían convulsos momentos de la economía norteamericana y todo hacía presagiar, aunque los vaticinios quedaron algo cortos, una fuerte caida de la economía. El crash de la bolsa desencadenó la mayor crisis que se recuerda, extendiéndose por el resto de paises durante años; en algunos, como USA, a finales de la década de los 30 comenzó a superarse, sobre todo por la puesta en marcha de la maquinaria industrial de la fabricación de armamento y en otros, la mayoría, debió llegar los años 40 para estabilizar sus finanzas. Mientras las clases trabajadoras y de rentas más bajas veían cómo se quedaban sin trabajo, sin medios casi de supervivencia, los más ricos, el 1% de la población, manejaban el 24 % de la economía nacional. Aún en la actualidad ese promedio no suele bajar del 23%. Fue el presidente Franklin D. Roosvelt quien promovió una serie de medidas impositivas y sociales para equilibrar esa desigualdad y lograr la recuperación nacional; su popularidad creció "como la espuma" y se le sigue recordando de manera especial por ello.

Hasta los años 80, con la llegada al poder del presidente Reagan en los Estados Unidos y Margaret Thatcher en Gran Bretaña, que se instauró como sistema lo que se ha llamado neoliberalismo, las desigualdades se mantuvieron dentro de un "lógico" desequilibrio. Los últimos 30 años han destacado por la protección a las rentas del capital frente a las del trabajo; bancos y especuladores se han hecho en este tiempo con el control absoluto de las economías internacionales y con una más que notable influencia sobre las clases gobernantes, sobre todo a través de los grandes medios de comunicación. Financiando, directamente donde está legalmente reconocido o si no mediante subterfugios legales, los partidos políticos y, por tanto, los gobiernos se han visto dirigidos hacia políticas conservadoras y proteccionistas de sus prácticas, como poco y a la vista de los resultados con una escandalosa falta de criterios éticos y sin considerar el bien común como finalidad de las mismas. Simplemente se les devuelve con una legislación más que permisiva los favores obtenidos durante décadas. Aún hoy y a pesar de ver las graves consecuencias sociales de esta política, antes se persigue despiadadamente a quienes sustraen alimentos de un supermercado, al más puro estilo Robin Hood, que a quienes han llevado a la ruina total a entidades financieras y, por tanto, a paises enteros. Casos como el de Islandia o Brasil, donde se han sentado en el banquillo a responsables políticos y ejecutivos son simple anécdota mundial. En países como Italia, España, Grecia, etc., siguen paseando como si nada hubiera pasado.

Como expresa el escritor español, reconocido poeta y dramaturgo, Antonio Gala en una entrevista concedida al periódico El País, que al ser preguntado por si la gente aguanta más allá de lo razonable, éste contesta que no, que lo hace más allá de lo histórico: "Es que una cosa no se puede consentir: no-se-puede-pasar-hambre. ¡Lo primero que tiene que hacer un Gobierno no es evitar que quiebren los bancos, sino que no haya hambre!" Y es que el gobierno, al menos el español, ha demostrado la mayor inoperancia que se recuerda, pero es que además, no quedándose contento con ello, ha empezado un desmantelamiento pieza a pieza de derechos y libertades ciudadanas que dentro de algunas décadas se estudiará, seguramente, como una época oscura de la historia de nuestro país, seguramente comparada, aunque de otro signo, con los cuarenta años de dictadura militar vividos en la segunda mitad del siglo XX: el aplastamiento implacable, sin razón, de la sociedad civil que, además, es la única inocente de cuanto ha pasado y está pasando. Es momento de revoluciones, por ahora pacíficas, sin violencia, usando la fuerza de la resistencia y la protesta; pero... ¡Quién sabe!

El Presidente no goza de popularidad, incluso cada vez menos entre votantes de su fuerza política, sobre todo debido a la mano dura que exhibe con los más débiles en la crisis, las clases trabajadoras, funcionarios, parados y jubilados. En Europa se le ve débil y no se le respeta como igual mandatario, juega en segunda división, pero además en los puestos de cola, jugándose el descenso a tercera y con ello arrastrando sin compasión a su pueblo. Algo inusual ante un gobierno de derechas se ha podido ver en los últimos meses, el ejército se manifiesta abiertamente contrario al gobierno y las medidas adoptadas por éste. Los jueces y fiscales ya barajan ponerse en huelga este otoño tras la vuelta al trabajo tras el parón vacacional de la justicia de agosto. A propósito de vacaciones, es incomprensible que el Gobierno se vaya de vacaciones, aunque se queden cerca y localizables (como el Ministro de Turismo, el canario José Manuel Soria, que descansa en la isla de Lanzarote en un complejo de lujo declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y que uno de sus propietarios está involucrado en al menos dos casos de corrupción. ¡Que viva el ejemplo!) porque el país necesita salir del profundo agujero y este  grupo de privilegiados que se embolsa cada uno más de 70.000 € de sueldo al año, lo menos que debe hacer es no descansar, seguir luchando y si no, dejar paso a quienes tengan capacidad y disposición para intentarlo.

domingo, 5 de agosto de 2012

Dictadura siglo XXI


Ya no hace falta un ejército sumiso, obediente a los mandos que le ordenen tomar medios de comunicación, sacar carros de combate a las calles, decretar estados de sitio, etc. En el siglo XXI, ahora, si se quiere ya no hace falta utilizar la estrategia del terror y el derramamiento de sangre civil inocente, basta solo con usar las "armas" que una democracia les pone a su alcance. La democracia (δημοκρατία: "doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno) se supone que es nuestro actual status como nación. ¡ Y una mierda! La democracia es sólo el medio que ha utilizado el actual grupo político gobernante en España para establecerse, controlar, asfixiar y eliminar cualquier atisbo de derechos, libertades y futuro que desde 1975 este país había ido alcanzando, a veces atemorizados por los intentos de golpes militares, otras con el miedo aún en el cuerpo del pasado opresor.

Las elecciones generales de 2011 les han concedido la mayoría aplastante que ahora, con marcial orgullo, nos restriegan por la cara cada vez que decretan una nueva medida, otro recorte, una vuelta más de tuerca a un pueblo que se asfixia. Es como revivir, pero a cámara lenta, el método preferido por el dictador del Valle de Los Caídos para eliminar, de manera ejemplarizante, a cualquiera que intentara luchar por unos ideales de libertad: el garrote vil. Lento, cruel y barato. Vivimos en una democracia, sí, pero no vivimos democráticamente, ya que los que gobiernan no desean la participación del pueblo, sino su control. Es fácil, parece orquestado exprofeso, se va eliminando poder adquisitivo mediante recortes de salarios, se suben impuestos y precios, no se crea trabajo... A continuación se restrigen libertades y se cambian leyes para limitarlas; todo ello sin usar la fuerza bruta, las armas, los ejércitos, pero sí usando la brutalidad de las leyes cuando éstas se promulgan para oprimir.


En pocos meses España, los españoles, hemos pasado de la ilusión por intentar luchar contra la crisis, cada uno con sus medios, al temor de perderlo todo, vernos arruinados, sin trabajo, sin casa y, lo que es más grave si cabe, sin dignidad como pueblo. Caminamos desbocados hacia una sociedad de clases, donde el que gobierna, junto con el que mantiene su poder económico a salvo oprimirán sin piedad a millones de ciudadanos descastados, dando migajas de pan y algo de agua para que no mueran de hambre, ya que son la masa trabajadora, pero dejándoles sin capacidad de prosperar. Ellos siguen sonriendo en las fotos, siguen contándose chistes al oido, organizando caminatas de vacaciones rodeados de guardaespaldas y lameculos para no ser fotografiados en hoteles de lujo, pero dejando en ese camino un regero de miles y miles de euros en organización, seguridad y medios. No importa el despilfarro, aunque no sea ostentoso como antes, para que el jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy, goce de unos días de descanso. ¿Pero qué coño se cree? Cómo puede merecerse descanso el que nos está llevando a la ruina siguiendo los dictados de Alemania sin rechistar, escondido en La Moncloa esperando que le visiten. ¿Por qué no está trabajando 25 horas diarias hasta que caiga exhausto? ¿Por qué no trabaja por el 50% de su salario, como está ocurriendo con cada vez más miles de personas en su país? ¿Por qué no dimite si no es capaz de sacarnos de esta situación? Nunca antes hemos tenido gobernante tan indigno como para tener que llamarle Presidente.

La corporación de Radio Televisión Española (RTVE) se había acercado en los últimos años a mayor ejemplo de libertad de prensa en medios oficiales que hay, la BBC británica. Sus programas de contenido político, debates y noticias se reconocían en los medios privados e independientes como valedores de su respeto. Pero claro, cuando no te interesa la crítica y menos en casa, cuando quieres controlar lo que de ti se diga, como no puedes hacerlo con los otros, pues sometes a tu medio, al estatal, al público. Como todo lo demás que está ocurriendo, es fácil, cortas las cabezas de los culpables y pones a un reducido grupo de "especialistas" en campañas favorables. Ya luego éstos solo han de seguir eliminando periodistas que trabajan con ética profesional para suplantarlos por "locutores" de noticias al dictado del régimen. Por si no nos parecía suficientemente grave el caso de RTVE, ahora toca el turno a las asociaciones de defensa del consumidor. FACUA (www.facua.org) es una organización no gubernamental, independiente, de consumidores en acción, que se dedica a la defensa de los mismos y la organización de campañas de mentalización, entre otras. En sus principios puede leerse que "tiene un carácter marcadamente progresista, democrático, plural y participativo. Somos hombres y mujeres comprometidos que reivindicamos mejoras en la regulación y el control del mercado, la calidad, etiquetado y publicidad de los productos y servicios." Desde el ministerio de Sanidad se les advierte y amenaza con su desaparición como Asociación de Consumidores por meterse en camisa de 11 varas. Un paso más rosca en la campaña gubernamental por callar cuantas voces discrepantes puedan hacer llegar al ciudadano, al consumidor, los desmanes que se cometen contra ellos.

La sociedad libre, democrática, moderna y que promovía el bienestar entre sus habitantes está desapareciendo, está siendo extinguida por un grupo, posiblemente añorante de tiempos pasados, que investidos por un supuesto mandato popular y poseidos por un ansia desmedido de control ha decretado la guerra a la democracia, erigiéndose en poder absoluto mientras el resto de instituciones bailan a su son, complacientes, viviendo de las arcas públicas con sueldos y privilegios que nadie del pueblo puede siquiera ya soñar. En manos de ese pueblo que les dió el poder, en manos de sus millones de votantes que están ahora sufriendo con los demás la demoledora acción del gobierno y de quienes los mantiene y dirigen a modo de serviles marionetas, en manos de todos está quitarles por mandato popular, también, su arrogancia y situación. En Brasil acaban de sentar en el banquillo a casi cuarenta políticos, banqueros y empresarios acusados en el mayor escándalo de la historia reciente del país. Igualmente y por iniciativa popular se va a lograr en ese país sudamericano que los que estén imputados, aunque no hayan sido condenados en firme, por denuncias de corrupción tengan las puertas cerradas durante ocho años a cualquier elección de cargo público. En España sería complicado, por no decir que casi imposible, poder confeccionar listas completas donde los que las integraran fueran honestos y no  imputables. Pero esto sería sin duda alguna la verdadera victoria de la democracia; sólo así lograríamos extirpar el maligno tumor que tenemos alojado en nuestra sociedad y que no para de crecer, engullendo tejidos jóvenes, sanos y con futuro.


¡Todos somos FACUA!



viernes, 3 de agosto de 2012

La tontería boliviana.

El día 21 de diciembre termina el que en los últimos años se ha convertido en el calendario más famoso, el maya. Cada vez que una fecha queda marcada por una casualidad, ésta se convierte en foco de variadas cábalas, dependiendo la originalidad o el absurdo de las mismas de quienes tomen partido en dotar de fantasía o supuestas profecías tal momento. No olvidemos, por ejemplo, todo lo que se vaticinaba con la llegada del 1 de enero de 2000... Y ya vamos por agosto de 2012. La condición humana es bastante propensa a la estupidez de unos sentando cátedras y de otros creyendo a pies juntillas a cualquiera que suelta por la boca ese tipo de vaticinios. Pues de este próximo 21 de diciembre se dice de todo, por supuesto se ha convertido en un nuevo fin del mundo; para ello falta poco más de cuatro meses y con la que nos está cayendo y nos siguen amenazando a veces piensa uno que no sería tan malo que el caos total ocurriera. Puestos a fantasear podríamos imaginar que la catástrofe es selectiva y solo "se lleva" por delante a banqueros y políticos, al menos a los corruptos, o sea un montón tan grande de individuos e individuas que a la vista de cualquiera serían todos.

Como nuestro deseo no se va a cumplir, como no se cumple que nos toque la lotería o rejuvenezcamos un par de decenas de años sin perder el conocimiento actual, pues vayamos al grano del asunto que me trae a estas nuevas líneas. Lo de llamarlo "La tontería boliviana" nada tiene que ver con los nacionales de este andino país, al menos con la mayoría de ellos; son sus gobernantes (como no podía ser de otra forma), encabezados por el curioso Evo Morales, los que protagonizan una y otra vez sentencias y opiniones que no puede más que sacarnos la sonrisa por su ocurrente estupidez. Ya nos dijo hace algún tiempo que comer mucho pollo nos desviaba sexualmente hacia la homosexualidad y convertía cada vez más a los europeos en calvos... No me voy a sentir aludido, por europeo ni por calvo y por mi condición sexual, a mi edad ya no tengo que demostrar nada y a nadie tampoco importa. Pues ahora este personaje viene y nos cuenta que su país va a sufrir un cambio drástico, eliminando de la faz de su territorio el mayor de los símbolos capitalistas: la Coca Cola. Y eso ocurrirá, por supuesto, el 21 de diciembre. Este cambio será profundo y lo de Coca Cola solo es un gesto; su país pasará del capitalismo a la era del amor y el comunitarismo, la "Pacha", dejando atrás el oscurantismo de la "Pacha"

El caso no deja de ser una mamarrachada más del populista Morales; casi que nos parecía más adecuado del venezolano Chávez, pero puede ser que ande ahora algo más ocupado en otros asuntos que le hayan despistado del crucial caso Coca Cola, made in USA, símbolo comercial de todo lo que odia este "a su manera" dictador. Sin tener que entrar en los entresijos empresiariales de una muntinacional mundialmente implantada y que, con su nacimiento en la década de los 80 del siglo XIX, poca culpa tenía entonces de lo que el futuro le esperaba a la compañía. A la refrescante bebida con sede en Atlanta le va a sustituir, por prescripción presidencial, otra que se llama mocochinche, cuya base es el durazno. Como no tenía ni idea de ella hasta leer en la prensa la noticia no voy a opinar de sus bondades o desgracias. Me imagino que si Evo la hace internacionalmente famosa tras esta medida a España llegue con un nombre algo más neutro, que mocos estamos hartos de comérnoslos ya.

Puestos a pensar que podrá ocurrirle a las ciudadanas bolivianas si el iluminado de su dirigente se le ocurre seguir con la escabechina y suprime la comercialización de los productos Evax, por ejemplo; mucho me temos que algo obtenido de la hoja de la coca, convenientemente transformado sirva para los higiénicos fines de tampones y compresas diversas. Detrás seguirían Danone, Philips, Google y cada una de las marcas que rigen los hábitos consumistas del mundo moderno y capitalista. Pobres bolivianos. Cada vez nos pareceremos los españoles a ellos,  no precisamente por el color de piel o los rasgos físicos, o por no tener Coca Cola, que tendremos, sino por pobres. Los de aquí, nuestros iluminados nos llevan cada día más por la senda que conduce a la pobreza, mientras ellos siguen sin perder capacidad adquisitiva y tampoco, por desgracia poder.


Ahora resulta que amenazan a los trabajadores con hacer desaparecer las vacaciones remuneradas; de esta manera el que quiera el mes de vacaciones lo tendrá, se supone, pero sin ganar salario ninguno ese mes. Me veo cogiendo las vacaciones por semanas para que no nos quiten sino el 25% el mes que disfruten de 7 días libres los asalariados de España. Seguro que como los ministros, altos cargos, congresistas y senadores, entre otros privilegiados de las castas superiores, no se considerarán trabajadores (claro que trabajar, trabajar, no lo hacen) pues ellos seguirán recibiendo las módicas sumas que reciben en función de su cargo cada mez del año... ¿Se apuestan algo? Mejor que no, no vayamos a perder aún más dinero del que nos están "robando", porque esto no son ya recortes, son simples robos al ciudadano. Nos toman por el pito del sereno en Europa, vivimos al simple dictado de cualquier medida que "insinuan" a La Moncloa desde Alemania o Bruselas y que nuestro "sin sentido sin criterio" Mariano corre raudo a publicar en el BOE, eso que tanto le gustaba hacer al dictador Franco con sus decretos. Nuestro sentido de la democracia se extingue, nos lo están eliminando a marchas forzadas. Solo me queda el consuelo de que nuestros militares, tan hartos como el pueblo llano de recortes y limitaciones, tomen lo que tengan que tomar, los metan a todos en un barco de la armada (ha de sr un gran barco, donde quepan todos), de esos que hay que hundir por obsoletos en el Atlántico para convertirlo en refugio de especies marinas, dejarle sin carburante (solo por la contaminación si se hunde, no por dejarlos a la deriva, claro) y ver qué pasa, si saben gobernar de verdad y se salvan... Dado el alto interés que conllevaría el acontecimiento tendría una cobertura de 24 horas en Tele 5, cadena especializada en este tipo de programas. Todo como Gran Hermano, pero sin expulsiones, ya que aquí no se salva nadie.


¡Voy al súper a ver si consigo mocochinche!